domingo, 24 de abril de 2016

Más amor, por favor

Una amiga me transmitió el año pasado la frase "así, no me hablo más". ¿Te acordas Belu que la escribiste en el espejo?
Últimamente pienso mucho en esa frase, la rememoré el otro día. Porque, ¿cuántas veces bajamos la cabeza y aceptamos lo que creemos merecer?
¿Cuántas veces  abrazamos un amor, una amistad, un trato a medias, mediocre? ¿Cuantas veces nos conformamos, aceptamos que el otro tiene razón y que nosotros somos menos, inferiores, inútiles súbditos que deberíamos callarnos y soportar?  Hay una línea muy fina entre el orgullo soberbio y el amor propio. Entre la humildad y la sumisión. A veces cuesta encontrar el equilibrio sin que la reacción se desvíe hacia alguno de los lados. Cuesta  ser valientes para pedir perdón cuando nos equivocamos, pero también se requiere de un gran coraje para plantarse y decir: hasta acá llegué, hasta acá te dejo llegar; esto no me lo me lo merezco, así no me hablo más...

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