martes, 29 de septiembre de 2015

Pero siempre tan lejos.

Me siento rara, me siento de cabeza, patas para arriba. Pienso que quiero soltarme, entregarme a lo que siento, pero me asusto y salgo corriendo. Me digo que tengo que vivir el momento y disfrutar el ahora, pero en esa mirada también debe estar el proyectar hacia el futuro.
Y no veo un futuro con nadie más que conmigo. Pienso en lo que viene, y lo imagino grande, grandes cosas me esperan, a mi, singular. 
No veo un nosotros, un plural. No me sale, no lo creo, no lo necesito... acaso, ¿lo quiero?
Se adonde voy, hacia donde quiero llegar. Se como ir, hace tiempo aprendí a caminar. Pero en el camino, no veo a nadie más. Solo se de libertad. Del idioma del viento. De las olas del mar. 
 No se me ocurre que alguien me de la mano, que me haga compañía. En este trayecto otros se cruzan, pero no se fusionan. 
Y estoy bien con ello. No discuto con lo que me toca. Al fin y al cabo, confío en mi misma, estoy segura, nunca me fallé. Sigo y sigo, me ato fuerte los cordones, estoy preparada, los obstáculos no fueron nunca insuperables. 
Entonces, ¿que ese susurro en mi oído? ¿Esos dedos que se entrelazan con los míos? ¿Que es eso que me despeina la boca y me dibuja sonrisas? Me aterra. No lo entiendo. Me hace feliz y se va a ir pronto, lo siento... ¿para que vino? Basta. Fuera. No quiero. Pero no te vayas. Quedate. Alejate ¿Vas a lastimarme? Las pesadillas vuelven. Tengo miedo. Me voy. Me pierdo... Siento. 


2 comentarios:

  1. Me encanto Geral. Tenes ese no se que para escribir que es especial. ya te lo había dicho. Los miedos van y vienen, lo importante siempre es saber como ir, donde ir !

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  2. Gracias Daiii, voy a empezar a seguir tu blog tambien, tu alma de periodista te va a llevar a escribir grandes cosas!

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